El casco jet, la evolución que fue un símbolo

Descripción

A pesar de no proporcionar tanta protección como los integrales, los tipos de casco jet tienen muchos seguidores
En el último siglo, los elementos de seguridad para los motoristas han mejorado considerablemente; y por encima de todos ellos se encuentran los cascos, que han pasado de ser simples protecciones de cuero a sofisticadas piezas integrales en las que se aúnan varias tecnologías para que cualquier caída o accidente repercuta lo menos posible en la cabeza del motorista. Por ello, lo más recomendable para rodar en una moto es llevar un casco integral, ya que protege más que ninguno. Sin embargo, los modelos jet siguen siendo muy demandados, especialmente en los entornos urbanos y entre los moteros que adoran el clasicismo de los riders estadounidenses que los convirtieron en una indumentaria icónica allá por los años 60 y 70. De la nada al casco jet Como se puede suponer, el casco jet no surgió de la nada, sino que forma parte de una evolución cuyos orígenes se remontan a principios del siglo XX. Por aquel entonces ya se circulaba en motocicleta sin protección alguna y se puede decir que había muchos conductores que lo hacían de un modo temerario. Así que un buen día, el físico británico Eric Gardner, cansado de que le llegaran lesiones en la cabeza, desarrolló un casco que la cubriera para que en la medida de lo posible, la protegiera. Tal fue su aceptación que en el Tourist Trophy de la Isla de Man de 1914 fue obligatorio competir con casco. Ni que decir tiene que no tenían nada que ver con lo que estamos acostumbrados, ya que estaban hechos de pieles y cuero. Sin embargo, se puso la primera piedra. Motorista con casco jet. Fuente: iStock/decisiveimages. De Lawrence de Arabia al casco jet El siguiente capítulo de esta historia lo hallamos en la figura de T.E. Lawrence, el famoso Lawrence de Arabia de la película. Esta especie de héroe tuvo un accidente de moto que provocó su muerte. Cuando investigó el suceso, el médico Hugh Cairns llegó a la conclusión de que tanto la muerte de Lawrence como de otros muchos soldados británicos se producía por caídas de la moto. Así que poco a poco se implantó la obligatoriedad de llevar casco sobre la motocicleta. El diseño fue mejorando y los materiales empleados eran más resistentes, hasta que llegó el primer casco jet, que se caracterizaba por ofrecer una protección adicional, ya que no se quedaba en la media cabeza sino que la cubría por completo dejando solo el rostro al aire. Fue la marca italiana AGV la primera que sacó uno al mercado y no cabe duda de que provocó una auténtica revolución, al menos hasta que Bell comercializara el primer casco integral. Un casco querido Lo más curioso es que a pesar de que el casco integral llegó poco después y de que ofrecía una mayor seguridad, los cascos jet continuaron comercializándose. Al contrario que en otros casos en los que la mejora provoca el abandono de todo lo anterior, en el del casco jet se desarrolló una cultura paralela. Y es que no cabe duda de que proporciona algunas ventajas que el integral no ofrece, como es la ligereza, la sensación de frescor, un precio menor y un diseño que combina a la perfección con algunos tipos de moto. Estos aspectos han provocado que haya perdurado y que se haya convertido en una imagen icónica, especialmente en la cultura estadounidense de los años 60 (con películas como Easy Rider) o entre los mods que se movían en sus Vespas y Lambrettas.